Escucha: “…nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de Mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora… con persecuciones…” (Marcos 10:29-30). ¡Somos tan extremistas!
Acentuamos la prosperidad y minimizamos la persecución, o viceversa. Jesús dijo que debemos esperar ambas. Los creyentes occidentales, los que vivimos tan cómodos, no sabemos mucho sobre la persecución. Incontables miles de personas sufren encarcelamiento y hasta la muerte debido a su fe ? y esto está pasando ahora mismo. Pero apenas llega a las noticias. Créeme, no será así por mucho más tiempo.
Cuando los “vientos” de persecución se hagan un “vendaval” y tu fe empiece a disminuir, no te rindas. Sigue amando al pecador y mientras, mantente firme contra el pecado. Encomiéndate al que juzga correctamente y Quien te ayudará a mantenerte firme. Subraya cuidadosamente estas dos porciones de las Escrituras; son una preparación para lo que debe venir:
(a) “Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes… Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os odia” (Juan 15:18-19b).
(b) “…Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas. Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Peter 2:21b-23).
¡Recuerda, pase lo que pase, Dios te cuidará!
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